jueves, 15 de marzo de 2012

15. Bibliografía consultada.

He consultado por todo el Internet: la wikipedia, algunos blogs, páginas, etc.. Pero la mayor parte de la consulta que he hecho a sido en la wikipedia, por la gran cantidad de información que tiene.
También e consultado información extra de lo que me a pedido en el índice.

14. Lo que influye los gases en los cohetes.

Un cohete no es propulsado hacia delante por los gases explosivos expulsados por el motor al presionar contra el aire ambiente. Para empezar, no hay aire en el espacio.
Hace tres siglos el científico británico Isaac Newton explicó el proceso de esta manera: "Cada acción comporta una reacción igual y opuesta". Cuando un jugador de hockey sobre hielo golpea el disco hacia delante, se mueve a su vez hacia atrás a causa no del golpe contra el aire sino del impulso que él mismo crea. El funcionamiento de los motores de los cohetes se basa en este principio de acción y reacción.
Un motor de cohete en funcionamiento, sufre una "explosión controlada": quema combustible con un oxidante (normalmente oxígeno) en una cámara de combustión. Así se producen gases calientes a presiones enormes. Los gases aceleran más allá de la cámara. Los ingenieros descubrieron que haciendo una pequeña salida o garganta los gases aceleran aún más y producen un impulso suplementario. Luego incorporaron una tobera cónica a la garganta. Esto retringe y acelera aún más los gases, a la vez que ayuda al sistema direccional del cohete.

13. Cohetes y naves espaciales modernos y proyectos futuros.

En primero, que es este, trata sobre las nuevas tecnologías que se están desarrollando para poner objetos y personas en órbita que, como todo el mundo sabe, es el primer paso fundamental para la conquista del espacio. Sin este paso o si este paso sale muy caro todo lo demás no tiene sentido.
Para poner algo en órbita terrestre se necesita una velocidad de 7 Km/s, es decir, unas 26 veces la velocidad del sonido, y se suelen consumir unas 25 toneladas de combustible por pasajero y un cohete por vuelo. No es de extrañar que se intente rebajar este coste como sea.
Con el Space Shuttle se intento el crear una nave parcialmente reutilizable para abaratar costos, pero al final no se han alcanzado los objetivos.
De momento contamos sólo con cohetes de diversos tipos y con la lanzadera norteamericana para colocar carga y personas en órbita baja (llamada LEO) y carga en órbita geoestacionaria.
De todos son conocidos los problemas por los que la lanzadera Norteamérica ha pasado y por los que pasa actualmente. También carecemos de un potente cohete que ponga grandes cargas en órbita como el Saturno V o el Energía.

Con la lanzadera con problemas para seguir dando servicio urge solventar el problema de llevar personas a órbita baja de una manera eficiente y segura. La Nasa tiene en desarrollo programas como el “Advance Space Transportation” y ya ha encargado la construcción del “Crew Exploration Vehicle” o CEV.


Los vehículos serían colocados en el extremo superior de cohetes convencionales ya en uso o encima de otros a desarrollar.
El proyecto de Lockheed_Martin seria un “minishuttle” y el de Boeing sería más bien una capsula al estilo de los años 60 y 70.
Estos proyectos son todos norteamericanos. ¿Hay alguno en el viejo continente? ¿Estamos también diseñando el futuro?
Hace bastantes años que se canceló la lanzadera europea por problemas presupuestarios, pero esto podría empezar a cambiar.
La Esa y Rusia planean desarrollar el Kliper. Éste sería un módulo alado que se colocaría también encima de un cohete convencional como el europeo Ariane (o en un cohete ruso) y que permitiría llevar a seis tripulantes a órbita baja o a la estación espacial.
Como se puede ver, la idea es muy parecida a la del Crew Exploration Vehicle de Lockheed_Martin, un “minishuttle”.
Parece que de momento otros tipos de transporte totalmente reutilizables quedan fuera del futuro próximo, como la vieja-nueva idea de un shuttle de dos fases. Al parecer los costos de desarrollo de semejante par de vehículos no los puede asumir la NASA, y tampoco los plazos de entrega, estando como está necesitada de jubilar el shuttle lo antes posible.
Otro proyecto que ha sido abandonado es el del X33 al no llegar a alcanzar los objetivos. Este era un modelo a escala de otro sistema superior de un shuttle y denominado de diversas maneras.
Era un cohete alado de una sola fase que no utilizaría cohetes auxiliares de ningún tipo. Desarrollado por Lockheed_Martin bajo financiación de la NASA deglutió una cantidad de dinero pasmosa antes de ser cancelado.
Incorporaba todo tipo de nuevas tecnología incluida una tobera lineal y nuevos materiales aislantes novedosos para la reentrada de bajo mantenimiento.
Pero, ¿Cuál es el futuro? No todo han sido fracasos. Se ha conseguido, por ejemplo, desarrollar con éxito motores hipersónicos scramjet.
Estos motores consumen aire atmosférico para producir la combustión del combustible a la manera de los reactores de los aviones convencionales. Pero la compresión no se realiza con turbinas sino que es la misma presión del aire y la geometría del sistema la que lo consigue. Estos motores a reacción funcionan a muy altas velocidades y mantienen ahora mismo la marca mundial de velocidad dentro de la atmósfera terrestre con casi 10 Mach (10 veces la velocidad del sonido). La ventaja fundamental es que no hay que acarrear el peso del oxigeno líquido con el vehículo, pues es consumido de la atmósfera. Obviamente no funcionan en el espacio por esa misma razón, pero la idea es usar motores cohete convencionales una vez se abandona la atmósfera.
Otra ventaja es su sencillez y su bajo mantenimiento debido a la ausencia de partes móviles como puedan ser turbinas.
Un inconveniente es que no funcionan a bajas velocidades, por lo que hay que utilizar otro sistema a ese régimen. Para la última prueba de este sistema se utilizó un cohete Pegasus lanzado desde un avión.
Otra idea sería utilizar un sistema electromagnético de aceleración. Estos sistemas electromagnéticos se han ensayado a escala en los laboratorios y funcionan muy bien. Hay un sistema real de 15 metros de largo en el Marshall Space Flight Center.
Los campos electromanéticos de una vía tipo Maglev acelerarían un vehículo hasta los 1000 km/h en una pista mucho más larga. Después utilizaría motores cohete y/o scramjet para alcanzar la orbita.
Vayamos un poco más lejos. Imaginemos una tecnología totalmente diferente.
Supongamos que tenemos una nave que no acarrea combustible en absoluto ni fuente de energía interna, y toda la energía es suministrada por un láser externo de gran potencia.
La nave, con forma de disco, se colocaría justo encima del haz del láser. Cubierta de un material reflectante enfocaría dicho haz justo debajo de ella. Esto calentaría fuertemente el aire atmosférico allí ubicado y su expansión propulsaría el sistema. Conforme el disco asciende el aire es reemplazado y calentado nuevamente en un sistema de pulsos.
El disco es acelerado mientras haya haz láser y aire atmosférico disponible, y si alcanza suficiente velocidad entra en órbita. La estabilidad se consigue con una rotación muy rápida del propio disco.
Esto, que parece ciencia ficción, fue ya ensayado con éxito en 1997 a escala reducida con un disco de 15 cm y utilizando un láser de 10 kilovatios.
Utilizando un láser de 100 kilovatios se espera poner en orbita un prototipo de 1 kg de peso próximamente.
Versiones superiores se basarían en un haz de microondas del orden del Megavatio para lanzar así cargas útiles, aunque todavía no está claro que sirva para lanzar pasajeros.
De todos modos es un sistema muy barato y efectivo, siendo el coste por kilogramo en orbita muy inferior al usual.
Vamos a terminar con el sistema que entra más en el terreno de la fantasía: el ascensor espacial.

Propuesto hace más de un siglo y posteriormente usado en novelas de ciencia ficción, el ascensor espacial consistiría en un “cable” que anclado en el ecuador llegaría hasta un satélite pesado (se ha llegado a proponer un asteroide reorbitado) en órbita geoestacionaria a 36.000 km de distancia de la superficie terrestre.
En esa órbita el satélite tarda 24 horas en completar una vuelta alrededor de la Tierra y por tanto, al igual que los satélites de comunicaciones, mantiene su posición relativa en el espacio fija respecto al observador terrestre.
La carga se mandaría allí gracias a un sistema electromagnético sujeto al cable.
De todos los sistemas sería el sistema más barato (con mucho) por carga puesta en órbita. Sin embargo, una obra tan colosal de ingeniería (y posible blanco de terroristas) es de momento irrealizable, incluyendo el precio desorbitado de la obra civil. De hecho, hasta hace poco se creía que era imposible su construcción por no existir material con el que construir un cable tan resistente. Pero posteriormente se descubrieron los nanotubos de carbono que son 100 veces más resistentes que el acero y con los que se podría realizar fisicamente.
Los sistemas que hemos visto no son los únicos, no hemos hablado de los futuros lanzadores de carga pesada para volver a la Luna o ir a Marte, pero los diseños no son aun muy claros. Uno de ellos se basaría en usar los “boosters” y el deposito de combustible del actual shuttle.
Para ver los útimos diseños que se están planteando pinche aquí.
También es seguro que hay otros sistemas por descubrir y desarrollar.
Hemos visto el primer paso, en la próxima entrega veremos cómo planean que nos movamos dentro nuestro sistema solar.

12. Aparición de ingenería de cohetes en cine, juegos y libros.

Star Trek o Viaje a las estrellas es una franquicia de series de televisión y películas de ciencia ficción. Eluniverso de ficción de Star Trek creado por Gene Roddenberry está compuesto por cinco series de televisión con actores reales, incluyendo Star Trek: la serie original de 1966, más una serie de animacióncon personajes dibujados en 2D, además de once películas. La franquicia también se extiende a más de una docena de videojuegos, varios juegos de rol, cientos de novelas y relatos de ficción escritos por fans, algunos de los cuales han sido producidos en video, así como también una atracción temática en Las Vegas. Comenzando con la serie original, y continuando posteriormente con las películas y demás series, la franquicia ha creado un fenómeno de culto y generado varias referencias en la cultura popular.



Battlestar Galactica es una historia de ciencia ficción narrada en dos series de TV, la primera producida a finales de los años 70, Battlestar Galactica (1978) y un remake realizado a partir de 2003 conocido como Battlestar Galactica (Reimaginada). Estas dos series han dado lugar a películas para televisión y una miniserie. En 2010 se estrenó una tercera serie, precuela de la serie iniciada en 2003, denominada Caprica.
La serie de 1978 se dobló al castellano con los nombres de "Galáctica, Estrella de Combate" o "Galactica, Astronave de Combate" (en doblaje español y latinoamericano, respectivamente).
Battlestar Galactica es una franquicia de "American science fiction films and television series". También existen series de libros adaptados, novelas originales, cómics y videojuegos basados en el mismo concepto.
La versión de 1978 fue, en su tiempo, la serie de televisión con mayor presupuesto de la historia. La segunda comenzó con una miniserie de dos capítulos a modo de episodio piloto en 2003, aunque la serie en sí misma comenzó, argumentalmente, tras el final de la miniserie piloto, y televisivamente en 2004 (de ahí el doble nombre entre los aficionados).

"COHETES" es el libro ideal para los aficionados de habla hispana que deseen iniciarse y avanzar en el Modelismo Espacial más allá de sus primeros kits comerciales.

11. Clases de cohetes modernos

Investigadores de la NASA prueban con éxito un propelente  ecológicamente inofensivo para cohetes. Energías alternativas, medio ambiente.
Moscú, RIA Novosti. Investigadores de la NASA y de la Fuerza Aérea de EEUU ensayaron con éxito un pequeño cohete que usa un propelente seguro y ecológicamente inofensivo, llamado ALICE, hecho a partir de aluminio en polvo y hielo de agua, escribe hoy la prensa local citando un comunicado de la NASA.
El proyectil de 2,7 metros de longitud se elevó a una altura de 396 metros sobre las granjas de la Universidad de Purdue, en Indiana. El nuevo combustible, que tiene la textura de una pasta dentífrica, se pone en moldes especiales y se enfría hasta 30 grados centígrados bajo cero 24 horas antes del lanzamiento. Se caracteriza por una alta tasa de combustión y demostró tener durante la prueba un esfuerzo tractor de casi 295 kilos.
La aparición de ALICE infunde la esperanza de que este combustible pueda sustituir en un futuro algunos propelentes actuales y, tal vez, incluso superarles en determinadas prestaciones.
Los cohetes modernos usan en calidad de combustible diversas combinaciones de hidrocarburos y oxidantes, como el queroseno y el oxígeno, así como fórmulas tóxicas elaboradas a partir de un componente como, por ejemplo, los compuestos de hidracina. También existe la mezcla ecológicamente limpia del hidrógeno líquido y el oxígeno pero su uso implica un alto riesgo de explosión, así como considerables problemas tecnológicos por la necesidad de obtener y enfriar constantemente el hidrógeno líquido.

10. Evolución y usos históricos de los cohetes

Los cohetes se dividen  en dos tipos: los de carburante sólido, como los misiles balísticos intercontinentales, y los de carburante líquido, como el impulsor espacial Saturno V. En ambos casos, se denomina motor a la cámara de combustión donde se quema el carburante. En un cohete de carburante líquido, los combustibles propulsores se almacenan en tanques separados y se hacen entrar en cantidades adecuadas dentro del motor; por el contrario, en los cohetes de carburante sólido la carga propulsora se almacena y se quema dentro del motor.

El origen de los cohetes parece ser chino. Existen relatos que describen que desde el primer siglo de nuestra era, los chinos empleaban los fuegos artificiales mezclando salitre, azufre y polvo de carbón. Un combate entre chinos y tártaros alrededor del año 85 d.C.,  parece ser la primera utilización militar. En 1260, el monje franciscano Roger Bacón, llevó la pólvora a Europa, la cual  posteriormente fue  utilizada en proyectiles incendiarios de alcance mediano para atacar la ciudad de Mestre.

En el siglo XIII, se uso durante la defensa de la capital de la provincia china de Henan.  Más tarde durante el reinado de la dinastía Ming (1368-1644), existió Wan Hu, un apasionado por el diseño y la fabricación de cohetes, quien un día, se sentó en una silla acoplada a dos cometas y 47 cohetes, los cuales fueron encendidos por sus 47 ayudantes. Cuentan se  produjo una gran explosión, Wan y la silla desaparecieron.

En 1381, Bolonia fue sitiada y atacada con los mismos proyectiles de  mediano alcance. En el siglo XV se usaron para incendiar los aparejos de los barcos enemigos en las batallas navales. Durante toda su vida, el coronel ingles William Congreve diseño, desarrollo y perfeccionando cohetes. A su muerte, en 1826, dejó entre sus documentos planos de un cohete de un calibre de 20 cm y notas relativas a cohetes que pesaban 200 y 300 kg. El cohete de Congreve,  se utilizó por primera vez en 1805 durante las Guerras Napoleónicas, cuando Gran Bretaña atacó el puerto de Boulogne, en Francia, con el objetivo de destruir la flota de barcazas que Napoleón había almacenado. También, en el sitio de Cádiz (España, 1810)  y la guerra Carlista (España, 1833 y 1840).  Hacia 1825, casi todos los países europeos habían copiado el cohete de Congreve. Poco se avanzó en el desarrollo de la cohetería durante las últimas  décadas del siglo XIX. Durante la I Guerra mundial,  los cohetes se utilizaron para hacer señales y los franceses los usaron en derribar globos de observación llenos de hidrógeno. Entre 1914 -1918, se reanudaron las investigaciones, pero con intereses puramente científicas. Entonces, aparecieron los primeros científicos que convirtieron al cohete en un sistema para impulsar vehículos aeroespaciales tripulados. Entre ellos, el ruso Konstantín Tsiolkovski, el alemán Hermann Oberth y el estadounidense Robert Hutchings Goddard, y, más tarde los rusos Serguéi Koroliov, Valentin Gruchensko y el alemán Wernher von Braun.

Tsiolkovski (1857). Es considerado el padre de la astronáutica. En 1898 propuso por primera vez el empleo de propergoles líquidos, y preconizo para los cohetes una combinación de hidrógeno y oxigeno liquido o de hidrocarburos livianos. y puso a punto la ley fundamental de la velocidad final de los cohetes. Realizó los primeros cálculos relacionados con a la posibilidad de los vuelos interplanetarios y la puesta en orbita de los satélites artificiales.

Hermann Oberth (1894). Nació en Transilvana, Estudio medicina pero fue apasionado por los cohetes. En 1923 publicó “Los cohetes en el espacio interplanetario”  y en 1929,  “Los caminos de la Astronáutica”. Al convertirse en ciudadano rumano por causa de la guerra, volvió a su país natal para proseguir sus investigaciones, donde se dedico a desarrollar numerosos proyectos de cohetes, incluyendo astronaves. Aunque no tuvo apoyo suficiente para llegar a cabo sus proyectos, abrió el camino a la más grande realización de la civilización humana.

Robert Goddard (1881). Nació en Massachussets, fue profesor de la universidad de Clarke. Publico “Acerca de los métodos para alcanzar alturas extremas”. En ella Goddard discutiría, la  posibilidad de llegar la Luna con un cohete experimental.  Después de numerosos cálculos y  ensayos, lanzo el 16 de marzo de 1926, el primer cohete de propergol liquido (oxigeno liquido y petróleo puro).

En posteriores ensayos trabajó en la estabilización automática por medio de giroscopios. Consiguió  alturas de 2750 m con velocidades de 880 kph. Durante la Segunda Guerra Mundial, Goddard colaboró con la Marina de EEUU.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes,  guiados por Wernher von Braun, desarrollaron los cohetes V-1 y V-2. El V-1 tenía más características de misil con propulsión a choro, pero en  esencia, puede considerarse como un avión a reacción no tripulado, que requería combustible constituido por gasolina mezclada con aire. Su motor estaba  situado encima del proyectil. El conjunto tenía una longitud de 8,22 m de largo y 1,50 m de diámetro en su parte más ancha, con un peso total de 2.170 Kg, de los cuales que 900 eran de explosivos, a base de nitrotolueno y nitrato amónico, que se alojaban la parte delantera del proyectil.
El V-2, fue el primer misil del mundo usado por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. El misil, se trasladaba en un transportador-erector de ruedas llamado Meilerwagen, el cual poseía un sistema hidráulico que elevaba el misil hasta colocarlo en ángulo de 90° en una base giratoria sobre un dispositivo de lanzamiento, y era remolcado por un tractor. En la parte superior del misil se hallaba la ojiva, que pesaba 975 kg, de los cuales 910 eran la carga explosiva. La sustancia explosiva usada era amatol, un producto sin riesgo de explosión prematura. Los cohetes V,  fueron base para el desarrollo de los cohetes balísticos rusos y estadounidenses (se autopropulsan solo en la parte inicial de su trayectoria) destinados para uso militar. El programa espacial soviético, por ejemplo, utilizó cohetes derivados del misil balístico R7, utilizados durante la Guerra Fría entre 1959 y 1968. Este tenia una longitud de 34 m, un diámetro de 3 m y un peso de 280 t, impulsado por cuatro motores cohete y alimentados con oxigeno liquido y queroseno. De capacidad para transportar una carga de 5 t y un alcance de 8.800 km. Poseía una ojiva nuclear simple con un rendimiento nominal de 3 megatones.

Militarmente se destacaron, los cohetes designados por las letras A, B, C, D y G, todos diseñados para portar una cabeza nuclear de 10 megatones (o más) a través de 12 mil kilómetros. Los D y G , denominados protón, se usaron  para lanzar las misiones Sputnik.
Los Estados Unidos construyeron cohetes con un calibre de 11,3 milímetros que se podían disparar desde lanzadores simples o múltiples instalados en las alas de los aviones. Su longitud podía ir desde los 76 m hasta los 1,90 m,  se estabilizaban con alerones, favoreciendo su precisión. Por ejemplo, el Cohete  HVAR, era muy común, tenía 12 cm. de largo, transportaba una cabeza explosiva de unos 21 kilogramos y tenía un alcance de más de 4.570 metros.
Se destacaron otros cohetes como; el Astrobee, el Vanguard, el Redstone, el Atlas, el Agena, el Thor-Agena, el Atlas-Centauro, la serie Delta, los Titanes y los Saturno, destacándose el Saturno V ( el mayor cohete de todos los tiempos, usado para el programa Apollo) el cual marcó un avance en el desarrollo  de la astronáutica. Apoyándose en los logros y avances alcanzados por los científicos pionerios, países como  Francia, Japón, China, Brasil, la India y el consorcio europeo a través de la Agencia Espacial Europea (ESA), en las últimas décadas, también han construido cohetes en el marco de un programa espacial en cada país. La ESA  por ejemplo, desde 1979, ha empleado en cinco lanzamientos exitosos al espacio, los cohetes Ariane. Luego de hacer este corto recorrido por la evolución de la cohetería, nos es más fácil reconocer y  dar créditos  a aquellos  científicos  que motivados por el animo de hacer ciencia o lograr triunfos militares, abrieron el camino hacia la conquista del universo, ya que,  sin un avanzado mecanismo de propulsión,  el hombre jamás hubiera conocido la  belleza del espacio que nos rodea.

martes, 13 de marzo de 2012

9. Funcionamiento de los cohetes.

- ¿Por qué vuelan los cohetes?

Los cohetes vuelan siguiendo los principios expuestos por Isaac Newton en su famosa Tercera ley del Movimiento: A una fuerza llamada acción se opone otra llamada reacción, de igual magnitud, pero de sentido contrario. Así es como dentro del cilindro del cohete, (que tiene una base cerrada y la otra no) se coloca una carga de pólvora prensada en cuya parte central, a lo largo de su eje, hay un canal hueco. La combustión de la pólvora comienza por la superficie de este canal y se propaga durante un tiempo. Los gases producidos por la combustión presionan en todas las direcciones; pero mientras las presiones laterales de estos gases se equilibran entre sí, la presión sobre el fondo del cohete en que se encuentra la pólvora no tiene presión contraria que la equilibre (puesto que por este lado los gases pueden salir libremente) y empuja al cohete hacia adelante, en la dirección en que éste se colocó en el banco de lanzamiento antes del encendido. 




- Distintos tipos de cohetes (americanos, rusos, chinos, europeos..)


Vamos a empezar con los cohetes europeos, la que mejor es de todos es el Europa, que fue un cohete espacial europeo de tres etapas desarrollado a principios de los años 1960 por la ELDO (European Launcher Development Organisation, Organización de Desarrollo del Lanzador Europeo). También denominado ELDO A, fue el primer lanzador desarrollado a nivel de Europa.
Ahora, los americanos y rusos. Los desarrollos tecnológicos, conjuntamente a consideraciones políticas interesadas, influyeron inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial en la evolución de los cohetes. Los últimos meses de guerra, por otra parte, habían demostrado el evidente potencial destructivo de los misiles.


Cuando las tropas soviéticas y americanas entraron en Berlín, todos los ingenieros misilísticos de Peenemunde terminaron por ser raptados, en parte por los americanos y en parte por los rusos. En sus nuevas patrias los ingenieros alemanes construirían más tarde una generación de nuevas armas que convertirían a los EEUU y a la URSS en superpotencias.


Los soviéticos, temerosos de la potencia americana en los convencionales bombarderos de amplio radio de acción, se dedicaron de inmediato a un programa que, a través del desarrollo de los cohetes a combustible líquido, llevaría a la creación del primer misil balístico intercontinental. Bajo la guía de los ingenieros alemanes, los rusos lanzaron su primer V2 en octubre de 1947 y más tarde, en 1949, lograron realizar un misil más avanzado que llamaron T1.


Cinco años más tarde, en 1954, los rusos construirán ya vehículos de varias secciones, los primeros de una generación de misiles de largo alcance, capaces de llevar sus cabezas atómicas a las bases enemigas a miles de quilómetros de distancia.


También los expertos americanos utilizaron la V2 como punto de partida para desarrollar una nueva tecnología militar. Baste recordar que entre 1946 y 1951 unos sesenta y seis V2 fueron lanzados de la base de White Sands en New Mexico.


A diferencia de los rusos, los americanos, confiando en la potencia de sus bombarderos de gran autonomía, al principio no construyeron grandes misiles y prefirieron concentrar sus esfuerzos en el diseño de pequeños cohetes tácticos. Sin embargo, en 1947, también los americanos se dedicaron al estudio de misiles balísticos intercontinentales para estar preparados, en caso necesario, a combatir a los soviéticos.


Surgieron tres proyectos diferentes. El primero fue llamado "Teetotaler" porque no se utiliza alcohol en el carburante; el segundo fue bautizado "Old Fashioned" (viejo estilo) porque se basaba en la vieja V 2; el tercero se denominó Manhattam porque el cohete transportaría una bomba atómica, la criatura del llamado proyecto Manhattan.


Aparecieron así una serie de cohetes. El primero, simple reelaboración de una V 2, fue llamado Bumper: se había logrado acoplando la primera sección de una V 2 con la segunda sección de un misil Wac Corporal. El vehículo presentó de inmediato muchos problemas y pronto fue abandonado.


Después del programa Bumper el ejército americano construyó el primer misil operativo. El grupo de trabajo estaba dirigido por el ingeniero alemán Werner von Braun, que más tarde se convertiría en ciudadano americano. Los estudios para el nuevo cohete se basaron en la vieja V 2 y el misil fue bautizado ~Redstone~. El primer lanzamiento se realizó con éxito en 1953.


Pero los americanos advirtieron su error en el desarrollo de misiles militares. Para superarlo, nace el programa Atlas. Comparado con el Redstone, el nuevo cohete era un gigante. Había comenzado así la era de los grandes cohetes americanos que tendría un posterior e importante desarrollo a finales de 1955, cuando comenzaron los trabajos sobre dos misiles de alcance intermedio: el Thor y el Júpiter.


Y finalmente los cohetes chinos y otros cohetes importantes. Hace más de 500 años, durante el reinado de la dinastía Ming (1368-1644), Wan Hu, un funcionario apasionado por el diseño y la fabricación de cohetes, decidió que era hora de que el ser humano volase como los pájaros. Un buen día se sentó en una silla en la que había instalado dos cometas y 47 cohetes y dio orden a sus 47 ayudantes de que prendieran fuego a los proyectiles. Se produjo una fuerte explosión. Cuando se disipó el humo, Wan y la silla habían desaparecido. El científico probablemente nunca alcanzó las estrellas, pero en su honor hay un cráter en la luna que lleva su nombre.El intento de Wan -si realmente se produjo- tuvo lugar en una época en que los misiles eran ampliamente utilizados por el Ejército chino. En el Museo Militar Revolucionario del Pueblo, en Pekín, situado en un edificio de estilo soviético en cuyo vestíbulo se eleva una gran estatua de Mao Zedong, hay una buena muestra del dominio que los artificieros tenían de la pólvora y la balística.

El cohete V2 (del alemán: Vergeltungswaffe 2, «arma de venganza 2»), nombre técnico A4 (Aggregat 4), fue un misil balístico desarrollado a principios de la Segunda Guerra Mundial en Alemania, empleado específicamente contra Bélgica y lugares del sudeste de Inglaterra. Este cohete fue el primer misil balístico de combate3 de largo alcance del mundo y el primer artefacto humano conocido que hizo un vuelo suborbital. Fue el progenitor de todos los cohetes modernos, incluyendo los utilizados por los programas espaciales de Estados Unidos y de la Unión Soviética, que tuvieron acceso a los científicos y diseños alemanes a través de la Operación Paperclip y la Operación Osoaviakhim respectivamente.
La Wehrmacht alemana lanzó en torno a 3.000 cohetes militares V2 contra objetivos Aliados durante la guerra, principalmente Londres y posteriormente Amberes, dando por resultado la muerte de un número estimado de 7.250 personas, tanto civiles como militares. El arma fue presentada por la propaganda Nazi como una venganza por los bombardeos sobre las ciudades alemanas desde 1942 hasta el final de la guerra.



- Clases de propulsión (combustibles líquidos, sólidos, sistemas de ignición..)

Un cohete de combustible sólido es un cohete con un motor que usa un propulsor sólido (reductor/oxidante). Los primeros cohetes usaban este propulsor, que funciona con pólvora, usado por los chinos en las guerras del siglo XIII. Todos los cohetes usaron alguna forma de propergol sólido o encendido sólido hasta el siglo XX, cuando los cohetes líquidos y cohete híbrido empezaron a ofrecer alternativas controlables y más eficiencia. Los cohetes sólidos aun se usan hoy en el modelismo de cohetes, y en grandes aplicaciones por su simplicidad y fiabilidad. Los cohetes de combustible sólido no son inusuales en la exploración espacial moderna, pero como pueden permanecer almacenados durante largos períodos -- y luego lanzarlos sin problemas con poca antelación -- frecuentemente han sido usados en aplicaciones militares como pueden ser los misiles. Los cohetes de combustible sólido no suelen usarse como propulsor principal en la exploración espacial moderna, pero si es muy común como cohetes aceleradores.
Un motor cohete de combustible líquido emplea propelentes líquidos que se alimentan bajo presión de lostanques en una cámara de combustión. Los propelentes normalmente consisten en un oxidante líquido y uncombustible líquido. En la cámara de combustión los propelentes reaccionan químicamente (combustión) paraformar gases calientes que luego se aceleran y son arrojados a alta velocidad a través de una tobera, provocandoesto un momento en el cohete. El momento es el producto de masa y velocidad. La fuerza del empuje de un motor cohete es la reacción experimentada por la estructura del motor debida a la eyección de materia de alta velocidad.Éste es el mismo fenómeno que empuja una manguera de jardín hacia atrás con el chorro de agua del pico o haceretroceder un arma cuando se dispara.Un motor cohete típico consiste en la cámara de combustión, la tobera, y el inyector; como se muestra en laFigura 1. La cámara de combustión es donde se realiza el quemado del propelente en alta presión.

Un motor cohete es un motor de combustión interna que genera empuje mediante la expulsión a la atmósfera de gases que provienen de la cámara de combustión. Los motores cohete incorporan tanto el combustible, que suele ser queroseno o hidrógeno líquido, como el comburente (Oxígeno en estado gaseoso o generalmente líquido). El motor cohete es el motor más potente conocido y su relación peso/potencia lo convierte en el motor ideal para ser usado en naves espaciales.

martes, 6 de marzo de 2012

8. Historia de la carrera espacial.

- Orígenes

La carrera espacial fue una competencia entre Estados Unidos y la Unión Soviética que duró aproximadamente desde 1957 a 1975. Supuso el esfuerzo paralelo entre ambos países de explorar el espacio exterior con satélites artificiales, de enviar humanos al espacio y de posar a un ser humano en la Luna.

Aunque sus raíces están en las primeras tecnologías de cohetes y en las tensiones internacionales que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, la carrera espacial comenzó de hecho tras el lanzamiento soviético del Sputnik 1 el 4 de octubre de 1957. El término se originó como analogía de la carrera armamentística. La carrera espacial se convirtió en una parte importante de la rivalidad cultural y tecnológica entre la URSS y Estados Unidos durante la guerra fría. La tecnología espacial se convirtió en una arena particularmente importante en este conflicto, tanto por sus potenciales aplicaciones militares como por sus efectos psicológicos sobre la moral.



- Primeras máquinas y cohetes.

Los primeros cohetes conocidos tenían motores a base de pólvora, y fueron utilizados en China desde el año 850. No se trataba de lanzarlos al espacio, sino de propulsar fuegos artificiales cuando había fiestas religiosas. Hasta finales del siglo XIX, no sucedió gran cosa en la historia de los cohetes. Su única utilización fue con fines guerreros: no fueron dirigidos al espacio sino, desgraciadamente, hacia otros hombres para matarlos.

El escritor Julio Verne, en 1865, describió en su novela “De la Tierra a la Luna”, el viaje de hombres a la Luna en un obús de aluminio lanzado por un cañón gigante.

A partir de los primeros años del siglo XX, varios científicos estudiaron la posibilidad de utilizar cohetes para ir al espacio. En 1903, Konstantine Tsiolkovski (1857-1935), un sabio e inventor ruso, publicó tratados sobre el vuelo espacial donde describió con precisión todos los grandes principios de los vuelos actuales de máquinas espaciales, en particular, el uso de oxígeno y de hidrógeno líquido para hacer funcionar los motores. El primero en poner estas teorías en práctica fue el ingeniero norteamericano Robert Goddard (1882-1945) quien lanzó, el 16 de marzo de 1926, el primer cohete a propergol líquido (una mezcla de sustancias que produce energía por reacción química). Sobre ese principio funcionan todavía los cohetes actuales.

Los cohetes fueron cada vez más grandes y mejores, hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando los alemanes hicieron progresos importantes para poner en funcionamiento cohetes militares, los V1 y V2.

Después de la guerra, los progresos continuaron aceleradamente. Dos países se interesaron en los cohetes y en las máquinas espaciales: los Estados Unidos de América, quienes recuperaron al ingeniero alemán Wernher Von Braun, el padre de los V1 y V2; y la Unión Soviética con Sergei Korolev, quien puso a funcionar en 1933 el primer cohete soviético a propergol líquido. Esos dos hombres serían, hasta su muerte (Von Braun en 1977 y Korolev en 1966), dirigentes y artesanos de todos los éxitos espaciales de esos países.
                             
En esta competencia, los soviéticos pusieron en el espacio, el 4 de octubre de 1957, el satélite Sputnik -la primera máquina en el espacio de la historia humana-: es una bola de metal de 58 cm de diámetro y de 84 kilos. Fueron también los soviéticos quienes enviaron al espacio el primer ser vivo: la perra Laika, el 3 de noviembre de 1957; luego el primer hombre, el Teniente Yuri Gagarin (1934-1968), quien efectuó el 12 de abril de 1961, una vuelta alrededor de la Tierra, en 108 minutos. Después de esas tres derrotas consecutivas, los norteamericanos decidieron ponerse a la cabeza a la conquista del espacio.